Shenyang
El Palacio Imperial de las dinastías Ming y Qing en Beijing, situado en el centro de Beijing, era el centro del poder de las Dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911) durante un largo periodo desde 1420 hasta 1912. Es conocido tambíen como la Ciudad Prohibida, por la razón de que en aquella época las personas corrientes no podían entrar ni salir sin permisos especiales, y sólo los cortesanos podían obtener audiencia del emperador. Este complejo de palacios fue construido entre 1406 y 1420, y 24 emperadores vivían en el Palacio hasta cuando la Revolución de 1911 derrocó al régimen de la última dinastía feudal de China, la Qing.
El Palacio, de forma rectangular, cubre una extensión de 720.000 metros cuadrados, y ocupa un tercio del eje central de ocho kilómetros de largo que dividía la antigua ciudad de Beijing. La combinación armónica de las construcciones del Palacio refleja las mejores características de la arquitectura china: el estilo majestuoso, las construcciones perfectas y la buena coordinación de las partes.
Teniendo más de 9.999 habitaciones, el Palacio Imperial es la mayor ciudad imperial y la mejor conservada de las que existen actualmente en China. El Palacio está dividido principalmente en dos partes: la Corte Exterior y la Corte Interior. Las construcciones más impresionantes son el Salón de la Armonía Suprema (Taihe Dian), el Salón de la Armonía Central (Zhonghe Dian) y el Salón de la Armonía Conservada (Baohe Dian).
El Palacio Imperial en Shenyang, hallado en el centro de la ciudad antigua de Shenyang, capital de la provincia de Liaoning, noreste de China, fue construido entre 1625 y 1635, siendo la residencia de los primeros emperadores de la dinastía Qing. Tiene una extensión de 60 mil metros cuadrados, contando con 70 construcciones y más de 300 habitaciones. Su reconstrucción fue llevado a cabo entre 1661 y 1796, época en la que gobernaban los emperadores Kanxi, Yongzheng y Qianlong. La combinación de estilos arquitectónicos de las diversas étnias han, man, mongol, hui y tibetano hace el palacio ser un fruto de las culturas de múltiples étnias de China.
Los Palacios Imperiales de las dinastías Ming y Qing en Beijing y en Shenyang son las únicas construcciones imperiales chinas que se mantienen intactas hasta hoy día.